Poema de una abuela

Pedacito de cielo, rumor de fresca brisa,

Tiene tu risa el canto de las aves del cielo. (introducción)

Fuiste la fresca brisa, que llegó una mañana

Revoloteando en torno de la casa silente,

Alejando las sombras con tu risa radiante,

Negando a la tristeza, cabida, dando aliento.
Cabecita que lleno de ilusiones y cuentos, de

Infantiles sucesos, de hadas y de gnomos

Sacados de mi mente para arrullar tu ensueño.

Ay! Si yo pudiera

Libar los desengaños en mi pecho de piedra

Beberme las tristezas, para que no te toquen

Eliminar el llanto, para que no te roce,

Recorrer el camino, limpiándolo de abrojos

Te dejaría entonces una senda de flores

OH ¡ Bien de mi alma, para que nunca llores.

Acrostico escrito por Amira Acosta para su nieto FRANCIS