¿Quién dice que tienes que ser muy joven para sentirte bien?
Hoy cumplo 35 años y me siento mejor que cuando cumplí 15 o 25 años.
He comprobado que cada año que pasa puede sumar a tu vida en vez de restar. Esto depende de dos cosas : De aquello que has hecho y de tu visión de la vida. No depende únicamente de tus logros, sino de los esfuerzos que aplicaste a tus propósitos.
Hice muchos esfuerzos por conseguir cosas. Muchas de ellas no logré, sin embargo, en ese recorrido aprendí y gané certeza de haber hecho todo lo posible. ¿Quién sabe si hoy o mañana se abren nuevos senderos de búsqueda? Y tal vez ahí llegue mi ideal en todo su esplendor, para quedarse en mi vida y no irse.
Sentirse bien con los años, depende también de la visión que tengas, de lo que significa para ti la vida. Hace mucho tiempo que imagino un sendero que me lleva a la edad dorada, donde tendré el cabello blanco, para teñirlo de todos los colores.
Gozaré de todo el tiempo que ahora me falta, la sabiduría de todos los años y la paz de haber comprendido la existencia.
En esa visión: cada etapa de la vida es una estación que me acerca a la vejez y también a ese momento final e inexorable que está destinado para todos los seres humanos.
Me hubiese gustado celebrar mis 35 años obteniendo todas las cosas que he soñado. Pero más allá del tener, está algo más importante: el SER. ¿Quiénes somos?¿A dónde vamos? ¿Para qué vivimos?
Hoy puedo responder esas preguntas mejor que antes, a pesar de no tener aquellas cosas que buscaba en la vida, y en esas respuestas radica mi buena relación con mi edad.
No voy a negar que me he preocupado con el tema de "la pareja" “los hijos” y “el reloj biológico”. Por suerte mis preocupaciones son poca cosa frente a la determinación de mi SER, que me lleva a comprender y amar la vida, más allá de su negaciones y dificultades.
Creo que la vida es hermosa y merece vivirla en toda su intensidad y más aún cuando se cumple 35 años.
Hoy cumplo 35 años y me siento mejor que cuando cumplí 15 o 25 años.
He comprobado que cada año que pasa puede sumar a tu vida en vez de restar. Esto depende de dos cosas : De aquello que has hecho y de tu visión de la vida. No depende únicamente de tus logros, sino de los esfuerzos que aplicaste a tus propósitos.
Hice muchos esfuerzos por conseguir cosas. Muchas de ellas no logré, sin embargo, en ese recorrido aprendí y gané certeza de haber hecho todo lo posible. ¿Quién sabe si hoy o mañana se abren nuevos senderos de búsqueda? Y tal vez ahí llegue mi ideal en todo su esplendor, para quedarse en mi vida y no irse.
Sentirse bien con los años, depende también de la visión que tengas, de lo que significa para ti la vida. Hace mucho tiempo que imagino un sendero que me lleva a la edad dorada, donde tendré el cabello blanco, para teñirlo de todos los colores.
Gozaré de todo el tiempo que ahora me falta, la sabiduría de todos los años y la paz de haber comprendido la existencia.
En esa visión: cada etapa de la vida es una estación que me acerca a la vejez y también a ese momento final e inexorable que está destinado para todos los seres humanos.
Me hubiese gustado celebrar mis 35 años obteniendo todas las cosas que he soñado. Pero más allá del tener, está algo más importante: el SER. ¿Quiénes somos?¿A dónde vamos? ¿Para qué vivimos?
Hoy puedo responder esas preguntas mejor que antes, a pesar de no tener aquellas cosas que buscaba en la vida, y en esas respuestas radica mi buena relación con mi edad.
No voy a negar que me he preocupado con el tema de "la pareja" “los hijos” y “el reloj biológico”. Por suerte mis preocupaciones son poca cosa frente a la determinación de mi SER, que me lleva a comprender y amar la vida, más allá de su negaciones y dificultades.
Creo que la vida es hermosa y merece vivirla en toda su intensidad y más aún cuando se cumple 35 años.
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